por Carolina Rodríguez
Una vez que ya entendimos que queremos decir con sistema híbrido la gran pregunta es, y ahora ¿cómo lo hago? ¿cómo se diseña un proceso híbrido?’
Para iniciar este proceso, te compartimos 6 elementos claves que pueden orientarte durante todo el camino de diseño e implementación de las clases. Los seleccionamos pensando en que fueran simples, pero con gran impacto, y obviamente no son los únicos, pero si son los que pueden hacer la diferencia.
Iniciaremos con 3 claves más generales y continuaremos con 3 más prácticas y específicas.
#1 COLABORACIÓN ENTRE DOCENTES
Está la llamaremos una condición base. Suena obvia y genérica, además de ser uno de los grandes aprendizajes del 2020. La invitación es a consolidar ese aprendizaje y construir una comunidad de docentes que aprenden y mejoran juntos.
La idea de ser “mutuamente responsables del aprendizaje de cada uno de los demás” (Johnson y Johnson, 1998) impulsa a consolidar aquellos espacios que nos permitieron enfrentar el desafío del año pasado, para seguir interactuando como equipo con un solo propósito, lograr aprendizajes de calidad en los estudiantes. No solo es más factible hacerlo con otros, es también más eficiente y efectivo según la evidencia.
Ejemplo; si instalamos una instancia de trabajo por ciclos o entre pares para abordar estrategias innovadoras, es una buena oportunidad para consolidar el espacio y avanzar hacia compartir los aprendizajes con los otros grupos. Ponerle nombre al espacio ayuda, una idea: “Laboratorio de ideas pedagógicas”
#2 LO ACTIVO EN TIEMPOS PRESENCIALES
Una vez definido qué aprendizajes y cómo quieres lograrlos, distribuye las sesiones y sus actividades de manera estratégica. Deja aquellas actividades que promueven la interacción, el diálogo y el trabajo activo para los momentos presenciales. ¿Cuál es la razón? Si bien estas tareas se pueden realizar online, simplemente son los momentos donde más preguntas y relaciones surgen en la cabeza de los niños y niñas, y cuando eso pasa, vas a querer estar ahí, para aprovechar de orientar y retroalimentar el proceso. Además serán los momentos que te darán más información del avance de los estudiantes.
Así, los momentos online déjalos para avanzar en su investigaciones, lecturas personales o revisión de sus proyectos o trabajos.
En una encuesta que realizamos a más de 2.000 estudiantes de distintos lugares y contextos del país (más info haz click aquí), el 67% de los encuestados coincidían que después de los amigos y el recreo, lo que más echaban de menos de la presencialidad era poder preguntarle a su profesor/a cuando no entendían algo. Otra razón para intentar estar presentes cuando surjan más dudas.
Ejemplo: si el desafío es que comprendan el proceso de la fotosíntesis, podrían tener una planta en sus casas y llevar un cuaderno de observación cómo tareas remotas asincrónicas, y al momento de revisar el diario junto con el grupo de trabajo para levantar conclusiones, hacerlo en presencia del docente para apoyar el proceso preguntando y orientando.
#3 GESTIÓN CURRICULAR: DIAGNOSTICAR, PRIORIZAR, INTEGRAR
Vamos con la tercera. Es momento de tomar el curriculum, haya sido o no priorizado desde el ministerio de educación cómo es el caso de Chile, y hacerlo propio, no seguir buscando “cobertura curricular”, entendida cómo “pasar la materia”, tomemos decisiones estratégicas y centradas en el estudiante y su aprendizaje a la hora de definir qué objetivos priorizar y cómo abordarlos, para eso:
Diagnosticar. Primero que todo. No olvides el elemento socioemocional y trabaja desde esa “radiografía” para priorizar.
Identificar habilidades y contenidos claves. Sobre todo aquellos que son base para los próximos aprendizajes y dales prioridad.
Lo que definas cómo prioridad, identificar si se pueden trabajar más allá de tu asignatura e integra. Esto te permitirá hacer uso más eficiente del tiempo, pero también ofrecer experiencias auténticas de aprendizaje.
Ejemplo, si diagnosticas que la habilidad más descendida es la curiosidad, prioriza actividades de investigación relacionadas con el interés de los estudiantes, y diseña procesos donde, por ejemplo, lenguaje aporte en la creación de textos y ciencias sociales en la fase de indagación.
#4 COMUNICACIÓN TRANSPARENTE Y MULTIMODAL
Múltiples canales para comunicarte con tus estudiantes. Durante el proceso de aprendizaje mantén abiertos los canales más variados posibles, ésta, también es una forma de diversificar la experiencia. Usa Classroom, redes sociales, e-mail, carpetas y calendarios compartidos, y todos aquellos espacios que se abrieron probablemente el 2020. Esto ayudará a que la información esté más accesible y promover la autonomía de los estudiantes en su proceso. Al igual que con la retroalimentación, lo ideal es que las instrucciones y material estén en el momento oportuno y dónde se necesite.
Si avanzamos el 2020 en distintas plataformas, no las perdamos, no volvamos a una sola forma, una sola vía. Mantener a todos y todas las estudiantes en el centro.
Ejemplo, seguimos con la fotosíntesis. El video de activación déjalo en Classroom, míralo con ellos y también envíalo al grupo de Whatsapp que crearon, será una forma de garantizar que llegue a todos y te ayudará a mantenerlo a todos arriba del viaje.
#5 PRIORIZAR RETROALIMENTACIÓN SOBRE CALIFICACIÓN
La retroalimentación oportuna y de calidad puede diferenciar hasta 8 meses de trabajo pedagógico según han mostrado estudios; si aún no sientes que es tu fuerte, es momento de trabajarlo. ¿Qué tiene una retroalimentación de calidad?
Precisa y clara: se enfoca en aspectos específicos de la tarea. “Fue una buena decisión anotar con detalle tu observación porque…”
Proceso: considera el proceso del estudiante e identifica avances en aspectos de este recorrido, “En relación al registro anterior este tiene más información, lo que te ayudará a comprender el experimento mejor…”
Alentar: Es clave impulsar a seguir aprendiendo, pero sin abusar del recurso para que no pierda sentido, “te felicito por el esfuerzo extra que pusiste en tu escritura…”
Recuerda, el “muy bien” o “está mal el resultado”, no es una retroalimentación efectiva y no le entrega al estudiante información para seguir aprendiendo.
#6 PARA CALIFICAR: PRODUCTOS PÚBLICOS
Finalmente, aunque no nos guste, debemos calificar, y este proceso es significativo si la calificación realmente evidencia el logro de aprendizaje. Está última clave no es válida solo para procesos híbridos, pero si es aún más relevante considerarla y aplicarla.
Para eso te sugerimos que a la hora de calificar consideres la creación de productos públicos. Los productos permiten integrar habilidades y conocimientos, además nos muestran tanto el proceso como el resultado, y lo más importante, evidencian el aprendizaje de quien lo creó, el estudiante más allá de un momento y de su habilidad para memorizar.
Existen metodologías que consideran productos públicos en su diseño, cómo lo es ABP, la hora del genio y Pensamiento de Diseño. Estos productos no se refieren solo a la construcción de objetos, pueden ser intervenciones artísticas, disertaciones, proyectos de apoyo a la comunidad, creación de videos, entre tantos otros.
Para cerrar, los invitamos a conocer en detalle cómo diseñar experiencias de aprendizaje centradas en el estudiante y que consideran estas 6 claves que acabamos de compartir. Atrévanse, y recuerden la clave #1, atrévanse juntos.
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